Rehabilitación y Apoyo Familiar.
La guerra contra el abuso de sustancias y la rehabilitación de adictos es dura y penosa. Muchas veces me he encontrado luchando desde las trincheras de esta guerra acompañado de: Profesionales como: psiquiatras, psicólogos, médicos y enfermeras altamente calificadas. Familiares interesados en la rehabilitación de sus seres queridos. Instituciones dedicadas al proceso de desintoxicación. Soporte terapéutico que se brinda a lo largo del tratamiento.
Pero la verdadera batalla se da en casa, en el día a día y en los roles que juegan los familiares (sean estos los padres, la pareja o los hijos del adicto) para su recuperación.
Sería imposible cuantificar las veces que los intentos de salvar vidas atrapadas en las adicciones se estrellan contra ciertas actitudes de los familiares cercanos al adicto. No es que no quieran ayudar y apoyar, sino más bien, no lo hacen de manera adecuada.
Algunos familiares mantienen la idea que la medicación, por ejemplo, es dañina, que no es necesaria, cuando en realidad es de gran ayuda para luchar en contra del síndrome de abstinencia. Muchos adictos recaen solamente por evitar los efectos del síndrome de abstinencia.
Si bien en un comienzo los familiares y el paciente se atienen a las estrictas normas de conducta propuestas y aceptadas en terapia, como: no mantener ningún tipo de sustancia psicoactiva en casa (incluyendo el alcohol), control de horarios, manejo del dinero, horarios y frecuencia de terapias, asistencia a actividades recreativas que no estén de ninguna manera vinculadas al alcohol o cualquier otro tipo de sustancias, control de la medicación, por mencionar algunas. En muchos casos nos encontramos con la sorpresa que no se cumplen.
A medida que pasa el tiempo, y la recuperación del paciente se va vislumbrando, tienden a relajar el mantenimiento de estas normas. Muchas veces se olvidan del poder manipulativo que posee el paciente y van cediendo en el control que deben ejercer sobre las actividades del paciente.
Si bien, de acuerdo a la evolución del paciente, estas normas pueden ir variando o se puede incorporar nuevas actividades en la vida diaria del paciente, estas deben darse en las terapias familiares de control o retroalimentación de común acuerdo con el terapeuta.
Los roles familiares y el apoyo emocional que el paciente necesita, si se dan de manera adecuada y sostenida son básicas en el proceso de rehabilitación. Mantenerse firme en las decisiones tomadas no es tarea fácil. ¡Animo no es imposible!
Ronny Schmatz Wolff
Si deseas hacer un comentario:
Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
