Autoconocimiento: un proceso difícil pero posible.

Hay muchos impedimentos en el camino del autoconocimiento. Puede ser que no tengas el estimulo adecuado, el soporte que necesitas o la preparación que requieres. Los objetivos que te traces pueden ser de hecho inalcanzables.

Lo importante es saber si una persona imagina llegar a un nivel de autoconocimiento tan alto que sea frustrante en lugar de inspirador. Por ejemplo sabemos que las personas no pueden levitar (por lo menos no está comprobado) si nos empeñamos en meditar y concentrarnos en levitar nos estamos preparando una gran frustración a largo plazo. Si por el contrario vemos a alguien patinar podemos pensar “si me esfuerzo lo suficiente puedo lograr hacer eso”.

Una de las razones por las que cualquier disciplina florece es debido a la interacción de los que participan en ella, observan avances y nuevas técnicas que los inspiran a experimentar. Puede ser que la experimentación les parezca un desastre, o pueden tomarlo como un reto para seguir experimentando hasta que encuentren una manera original y propia de dominar esta disciplina. En el caso del autoconocimiento la interacción es con nosotros mismos, podemos imaginar y desarrollar técnicas convenientes de acuerdo a nuestra propia personalidad.

El proceso del autoconocimiento es el mismo para un principiante que para un experto. La manera en que enfocas este proceso hace la diferencia. Puedes observar tus avances con desdén o ecuanimidad. Puedes percibirlo de manera horizontal y ver que no hay avances, tienes la opción de sentirte en un momento de descanso para tomar nuevos bríos o rendirte. Puedes evaluar tus avances con amargura y desaliento o encontrar inspiración y determinación.

Muchas veces los avances en el autoconocimiento están rodeados de una especie de niebla y podemos creer que estamos en la cúspide, solo para darnos cuenta que cuando esta niebla se disipa, aun tenemos otra cumbre que conquistar.

En realidad esta debe ser la actitud que debemos tener ante el autoconocimiento, es una cuesta, no tan inclinada, en la cual vamos a alcanzar mesetas desde donde podamos observar nuestros avances y a la vez decidir en que dirección debemos seguir avanzando y de qué manera. Un eterno caminar que nos proporcionará información útil para aceptarnos y reconocer que debemos corregir en nosotros mismos para tener una vida más sana, funcional y satisfactoria.

Ronny Schmatz Wolff

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