Un recurso útil: La distracción.

Muchas personas tienen la idea que pueden hacer varias cosas a la vez, cuando en realidad solo podemos centrar nuestro foco de atención en una sola cosa. Lo que sucede es que la rapidez con que desplazamos nuestro foco de atención es cuestión de milésimas de segundo y nos da la impresión  que estamos haciendo varias cosas a la vez.

Lo mismo ocurre cuando tenemos pensamientos negativos que atacan nuestra autovaloración. Usualmente estos pensamientos son recurrentes, es decir no podemos detenerlos, parecen tener vida propia se presentan en todo momento y desencadenan emociones negativas.

Distraerse o cambiar el foco de atención implica actuar. Actuar con respecto a las emociones negativas que sentimos cuesta trabajo, generalmente porque ya se convirtieron en un patrón de conducta, una cierta manera de actuar.

Si estás pasando por un momento difícil, sufres de ansiedad por ejemplo, tu cadena de pensamientos va a ser recurrente con respecto a lo que dispara esa ansiedad, la conducta que promueve la ansiedad puede ser perjudicial para ti, como por ejemplo, tener desordenes alimenticios, poca tolerancia a la frustración, abuso de sustancias, ataques de ira entre otros. Si te permites distraerte, automáticamente tu foco de atención va a cambiar, distraerte necesariamente va a tomar un esfuerzo de tu parte, puede ser que te guste la buena lectura, tu foco de atención debe concentrarse en la lectura, te puedes sentir inmerso en la trama y los personajes de tal manera que tus pensamientos ansiosos son desplazados.

En el caso de la depresión, puede ser que no tengas ganas ni siquiera de levantarte de la cama y tus pensamientos recurrentes mantienen tu foco de atención en lo que estás sintiendo con respecto a tu depresión. Si quieres distraerte y dejar de lado los pensamientos negativos que promueven emociones negativas, vas a tener que actuar. Puede ser que un recurso útil sea practicar algún deporte o ejercicio o matricularte en un gimnasio, te obligas a actuar, tienes que salir de la cama y dirigirte hacia el lugar donde vas a hacer ejercicio. Si es una actividad que realizas en grupo vas a estar concentrado en lo que estás haciendo. De esta manera tu foco de atención se desplaza inmediatamente, poco a poco se va convirtiendo en un patrón de conducta funcional que realizas automáticamente.

Lo ideal es que este recurso de distraerse o cambiar el foco de atención sea placentero, que de alguna manera te entretenga y divierta. Que puedas recargar energías, dejar de lado pensamientos negativos y patrones de conducta inconvenientes.

Ronny Schmatz Wolff

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